sábado, 14 de junio de 2008

ÓSCAR DISTÉFANO

*
ODA A LA POESÍA

Oh, aromas de los versos, de las brisas,
que en largas noches cálidas de estío,
con leves soplos llegan susurrando,
cuando el cuerpo rendido
siente el grosero acoso
de insectos agresivos
de los hostiles climas.

Fugaces paroxismos
y vivaces relámpagos que encienden
la honda oscuridad del infinito;
y en búsqueda obstinada,
con cánticos divinos
acrecen la esperanza,
cuando en el cielo los adversos signos
de la órbita abismal raudas escapan.

Ay, silencios y gritos,
que en largas soledades
desmayan doloridos
en infames tormentos,
en pérfidos martirios;
y atizan el quebranto
eterno allá en los nimbos,
saturando de nieblas
vitales pasadizos
del alma que atesora eternidad.

Las musas con sus liras y sus bríos,
pregonan la victoria,
aplauden la dación y el sacrificio,
y auguran la derrota contundente
sobre el caos del corazón sufrido.

Los versos son las armas,
las lanzas, los martillos,
el hierro artesanal
que crea los resquicios
a dioses y demonios;
y llega hasta los cirios
de ínclitos altares,
allí donde el camino
se promete anhelado y transitable.

Oh, espíritu encendido.
Oh, garfios poderosos
de metálicos trinos,
que arrancan los estratos putrefactos
de pechos corrompidos
de cansados poetas,
y dejan peregrinos
los viejos corazones
que se hallaban cautivos.

Oh, fuerza adormecida.
Crisol de lo vivido.
Energía y vigor,
que en acordes amigos,
regalan a los días
los misterios y símbolos,
la luz de las estrellas,
los célebres vestigios,
el canto de las aves,
los dones narrativos,
la efímera belleza de las flores,
que en métrica y rocío,
nos libran de las nubes tormentosas
y expone ante los ojos con sus signos,
en grata compañía de los dioses,
el límpido cristal de los olimpos.


Óscar Distéfano

*****

DIOSA CORONADA

Era yo un dios náufrago
voluptuosamente anclado en su cama,
y la sal
de sus olas níveas
y el efluvio del misterio
eran mis aromas.

A veces, cavernario, observaba
sus muslos a la lumbre y al aceite,
su ensoñación de ave entre mis manos,
su risa que afilaba las piedras,
y la amaba
con la dicha que hace vencer las intemperies.

"Ah, traviesa gacela de las horas del día."

Cuando todos mis esfuerzos
confluyeron en su boca,
me hice omnipotente entre sus sábanas,
y a ella le nació
una diadema de diosa entre las sienes.


Óscar Distéfano
Paraguay

Su blog:

http://elbuscadordehumos.blogspot.com/

8 comentarios:

Rossana Hasson Arellano dijo...

Oscar :
Con mucho agrado y detención (Haciéndo incluso pausa) he leído ambas poesías de tu autoría y debo decir :

Me gustaron , en "Oda a La Poesía"
Con cada Oh! y desde un comienzo me quedaba suspendida.
En "Diosa Coronada"
Comienza desolado,observa, y termina con mucha fuerza, es genial.
Muy buena poesía

Te dejo un abrazo
Rossana Arellano

Óscar Distéfano dijo...

a Rossana Arellano

Estoy complacido de tu visita y de tu amable comentario. Los conceptos son muy alentadores para mí. Te los agradezco.

Yo también te abrazo, apreciada poeta.
Óscar Distéfano

Rosalia Linde dijo...

Hola Óscar:

me encantaron tus dos poemas. Están llenos de vitalidad y alegría y yo nunca sería capaz de escribir una Oda a la poesía tan hermosa como la tuya. Me emocionó tu fina sensibilidad.
Un beso.

Rosalía

Ana Muela Sopeña dijo...

Óscar, ya sabes que adoro tu poesía desde que la conocí. Tu lenguaje siempre es una joya y la cadencia nos transporta.

Leerte siempre es un disfrute para los sentidos.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Gabriela dijo...

Oscar, encantada de leerte en este nuevo espacio OASIS para las letras, que Ana ha puesto para disfrutar de la buena poesía.

Te dejo mi saludo y admiración

Gabriela

Óscar Distéfano dijo...

a Rosalía Linde:

Sólo es cuestión de sinceridad.
Te agradezco tu visita y tus amables palabras. Es un honor para mí.

Un abrazo con alegría.
Óscar

Óscar Distéfano dijo...

a Ana Muela Sopeña:

Me sonrojas, apreciada poeta. Pero los acepto como estímulo para seguir buscando el verso iluminado.

Un abrazo y mi admiración.
Óscar

Óscar Distéfano dijo...

a Gabriela:

La verdad es que Ana tuvo una muy buena idea. Me siento honrado de compartir con tan excelentes poetas.
Gracias por tu visita, amiga.

Un abrazo.
Óscar