
viernes, 31 de octubre de 2008
JUST GAFAR
*
SEÑAL DE ALGO
a quien lo necesite
El pájaro estuvo largas horas
cerca a mi ventana
No le quise hablar
Afuera llovía
y temblaba en sus alas
el hilo sangrante de una ausencia
Le dolía, lo sé
Cuando me acerqué
voló hacia la calle contraria
y se estrelló contra un autobús
que pasaba aprisa
Grave error eso del silencio
Llamé a un amigo después
y lo invité a tomar un café
en el plaza real
Charlamos, pero no le conté
sobre lo sucedido en la mañana
Llovía y yo temblaba
Los autobuses pasaban como autobuses
No me nombraban al pasar
Volví a casa bastante tarde
y encontré otro pájaro
cerca a mi ventana
Hablé con él hasta la madrugada
-Te duele, me preguntó?
Ese hilo sangrante sobre las alas
-Te duele?
Just Gafar
*****
MORFINA
Hoy podría ver morir todos
los pájaros en mi voz
Ahogarlos en mi mismo
como cisnes rotos
cayendo
en un oscuro lago
Y podría visitar sin lágrima alguna
un jardín temprano de flores blancas
y muertas
como la tumba de mi padre
Hoy podrías decir que has cerrado
todos los muros de tu cuerpo
Esta vez ya para siempre
al campo blando de mi nombre
Y aún así no importaría
Cómo pude pasar una vida de morir
sin probar la luz de este medicamento
Escucho, sin que la noche me lastime.
Del poemario "Campo Enfermo"
SEÑAL DE ALGO
a quien lo necesite
El pájaro estuvo largas horas
cerca a mi ventana
No le quise hablar
Afuera llovía
y temblaba en sus alas
el hilo sangrante de una ausencia
Le dolía, lo sé
Cuando me acerqué
voló hacia la calle contraria
y se estrelló contra un autobús
que pasaba aprisa
Grave error eso del silencio
Llamé a un amigo después
y lo invité a tomar un café
en el plaza real
Charlamos, pero no le conté
sobre lo sucedido en la mañana
Llovía y yo temblaba
Los autobuses pasaban como autobuses
No me nombraban al pasar
Volví a casa bastante tarde
y encontré otro pájaro
cerca a mi ventana
Hablé con él hasta la madrugada
-Te duele, me preguntó?
Ese hilo sangrante sobre las alas
-Te duele?
Just Gafar
*****
MORFINA
Hoy podría ver morir todos
los pájaros en mi voz
Ahogarlos en mi mismo
como cisnes rotos
cayendo
en un oscuro lago
Y podría visitar sin lágrima alguna
un jardín temprano de flores blancas
y muertas
como la tumba de mi padre
Hoy podrías decir que has cerrado
todos los muros de tu cuerpo
Esta vez ya para siempre
al campo blando de mi nombre
Y aún así no importaría
Cómo pude pasar una vida de morir
sin probar la luz de este medicamento
Escucho, sin que la noche me lastime.
Del poemario "Campo Enfermo"
Just Gafar
Colombia
jueves, 23 de octubre de 2008
NORMA DUCH ROVERI
*
UN VERSO MÁS
Cuando la última campanada muerde la estrechez de la tarde
y en el fuego de las horas se pierden todas las dudas del día,
me vengo a detener sobre la marcha que he dejado atrás,
- reguero de adioses sobre lomajes verdes-
donde plantara alguna vez mi pecho de poema blanco;
se apagan las voces de la tierra para estos ojos de agua
-borrachos de antiguos licores urdidos bajo una luna joven-
que me vieron desvanecer bajo la manta fresca de los tilos,
dejándome crecer, como bruma, hasta volverme sutil silueta;
cuando el ocaso me dice que ya el oráculo detuvo mis siglos
y se abre la verdad de cada historia en mi ardida y vivida,
sé que debo pronunciar un verso más,
y dejarlo manar desde las aguas de este árbol hembra que me aloja,
con la palabra, como fruta en la boca, y el amor como raíz
perpetua.
Norma Duch Roveri
*****
VAGABUNDEANDO EL SILENCIO
Regreso, como regresa el ave
luego de migrar en primavera,
como retornan las hojas a la sombra
tras beber la caricia del sol.
Y aquí me encuentro, posándome,
pero sin pies ni espigas en el alma,
sola,
y con el peso de mirar la distancia.
Nada más me queda.
El espejismo de ser se ha vuelto
mutismo entre paredes.
El sueño abandonado
se ha vuelto verdugo de mis alas.
No más migraciones.
No más primaveras.
Dejad que mi alma se acostumbre a vagabundear silencios.
Dejad que las golondrinas píen por mí el beso desterrado.
Retorno al sosegado cauce de este rio árido,
y dejo el tacto de mis manos
en el aire lejano de otras manos.
Norma Duch Roveri
Chile
UN VERSO MÁS
Cuando la última campanada muerde la estrechez de la tarde
y en el fuego de las horas se pierden todas las dudas del día,
me vengo a detener sobre la marcha que he dejado atrás,
- reguero de adioses sobre lomajes verdes-
donde plantara alguna vez mi pecho de poema blanco;
se apagan las voces de la tierra para estos ojos de agua
-borrachos de antiguos licores urdidos bajo una luna joven-
que me vieron desvanecer bajo la manta fresca de los tilos,
dejándome crecer, como bruma, hasta volverme sutil silueta;
cuando el ocaso me dice que ya el oráculo detuvo mis siglos
y se abre la verdad de cada historia en mi ardida y vivida,
sé que debo pronunciar un verso más,
y dejarlo manar desde las aguas de este árbol hembra que me aloja,
con la palabra, como fruta en la boca, y el amor como raíz
perpetua.
Norma Duch Roveri
*****
VAGABUNDEANDO EL SILENCIO
Regreso, como regresa el ave
luego de migrar en primavera,
como retornan las hojas a la sombra
tras beber la caricia del sol.
Y aquí me encuentro, posándome,
pero sin pies ni espigas en el alma,
sola,
y con el peso de mirar la distancia.
Nada más me queda.
El espejismo de ser se ha vuelto
mutismo entre paredes.
El sueño abandonado
se ha vuelto verdugo de mis alas.
No más migraciones.
No más primaveras.
Dejad que mi alma se acostumbre a vagabundear silencios.
Dejad que las golondrinas píen por mí el beso desterrado.
Retorno al sosegado cauce de este rio árido,
y dejo el tacto de mis manos
en el aire lejano de otras manos.
Norma Duch Roveri
Chile
lunes, 13 de octubre de 2008
CRISTIAN PINÉ
*
PALABRA
Acudieron deprisa a la llamada
de una constelación resuelta en fuego,
cantaron la simpleza de los párpados
sin apenas haberlos percibido,
solamente en ligeras bocanadas
se veían ardientes en los muslos,
guardaron el mejor de los silencios
cuando fue travestida la belleza,
sufrieron una extraña mutación
en la palabra.
Cristian Piné
*****
BROMA
La lluvia en su garganta y se impacienta,
se pregunta quién es y, de repente,
irrumpen los relojes como gárgaras
de fuego.
.................No ha encontrado su lugar
en el polvo, retuerce su muñeca
bajo la tierra fértil y sus dedos
escarban las lagunas subterráneas
como quién ha perdido a Dios en un
descuido.
.................Volverá a ser el nombre
de esa luz azul que se evapora
en la lengua, de cada carcajada
interrumpida; voz que reconoce
el silencio si queda transparente.
La lluvia en sus entrañas, se impacienta,
vuelve con el misterio de otra vida
como un rayo cansado entre los dientes.
Si quieres un consejo: ser feliz
tan sólo es un asunto de las ratas
o de cambiar el suspiro final
por una broma sin sentido alguno.
Cristian Piné
Madrid - España
PALABRA
Acudieron deprisa a la llamada
de una constelación resuelta en fuego,
cantaron la simpleza de los párpados
sin apenas haberlos percibido,
solamente en ligeras bocanadas
se veían ardientes en los muslos,
guardaron el mejor de los silencios
cuando fue travestida la belleza,
sufrieron una extraña mutación
en la palabra.
Cristian Piné
*****
BROMA
La lluvia en su garganta y se impacienta,
se pregunta quién es y, de repente,
irrumpen los relojes como gárgaras
de fuego.
.................No ha encontrado su lugar
en el polvo, retuerce su muñeca
bajo la tierra fértil y sus dedos
escarban las lagunas subterráneas
como quién ha perdido a Dios en un
descuido.
.................Volverá a ser el nombre
de esa luz azul que se evapora
en la lengua, de cada carcajada
interrumpida; voz que reconoce
el silencio si queda transparente.
La lluvia en sus entrañas, se impacienta,
vuelve con el misterio de otra vida
como un rayo cansado entre los dientes.
Si quieres un consejo: ser feliz
tan sólo es un asunto de las ratas
o de cambiar el suspiro final
por una broma sin sentido alguno.
Cristian Piné
Madrid - España
sábado, 11 de octubre de 2008
martes, 7 de octubre de 2008
HILDA ROCCIA
*
DUENDES DE HILOS
Duendes de hilos deshojan la margarita del tiempo
y el vientre encapuchado
con máscara de parca
ciega la siembra color cielo.
Se adormilan los músculos en espasmos flagelados
y el ojo esculpido
con lágrimas de plomo
desbasta la vida en las trincheras.
Los pies avestruces trazan pentagramas en sus surcos
y uñas de cigarras
con dolor de suelo
Infligen los cruces de fronteras.
Fusil, vaina, desesperanza en el horizonte de diamantes
Y seres de amapolas
Con cuerpos de culebras
confisca a las almas encubiertas.
Factura el enemigo las muertes de cándidas quimeras,
el hombre no logra desmembrar
las fábricas de guerras organizadas
en gráficos secretos sin horas en reloj de arena.
Vociferan dementes clamando por la fémina selecta
Y sortijas de consortes
cuelgan en sus cuellos
mientras la paz espía sollozando desde el balcón de alguna estrella.
Hilda Roccia
*****
FILAMENTO
Si lograra tan solo extraer un filamento
de tu penumbra,
bastaría para iluminar mi carretera.
Perdona mis inocentes instintos.
Jamás pensé que tu ceguera
me abriría la puerta del sentido
para ciega esconderme de la nada.
Hilda Roccia
Argentina
DUENDES DE HILOS
Duendes de hilos deshojan la margarita del tiempo
y el vientre encapuchado
con máscara de parca
ciega la siembra color cielo.
Se adormilan los músculos en espasmos flagelados
y el ojo esculpido
con lágrimas de plomo
desbasta la vida en las trincheras.
Los pies avestruces trazan pentagramas en sus surcos
y uñas de cigarras
con dolor de suelo
Infligen los cruces de fronteras.
Fusil, vaina, desesperanza en el horizonte de diamantes
Y seres de amapolas
Con cuerpos de culebras
confisca a las almas encubiertas.
Factura el enemigo las muertes de cándidas quimeras,
el hombre no logra desmembrar
las fábricas de guerras organizadas
en gráficos secretos sin horas en reloj de arena.
Vociferan dementes clamando por la fémina selecta
Y sortijas de consortes
cuelgan en sus cuellos
mientras la paz espía sollozando desde el balcón de alguna estrella.
Hilda Roccia
*****
FILAMENTO
Si lograra tan solo extraer un filamento
de tu penumbra,
bastaría para iluminar mi carretera.
Perdona mis inocentes instintos.
Jamás pensé que tu ceguera
me abriría la puerta del sentido
para ciega esconderme de la nada.
Hilda Roccia
Argentina
jueves, 2 de octubre de 2008
VÍCTOR VERGARA VALENCIA
*
MI TREMENDA SEPULTURA DE LUZ
Aún me llama mi Mauritania de arena.
Mano dorada que purifica mi frente.
Tumba mía. Libre mía. Alcoholizada de Sol.
Sé que ahí me aguarda la tremenda muerte de luz.
El madero de sal del cementerio mundo.
De vaciado mundo que me reclama la silueta
para acogerme a mis nadas.
La inmensa colección de nadas de mi pecho.
Y un sepulterio talismán turquesa
apagará su gélida hoja sobre mi labio de incendio.
Ese será el alivio del amante errabundo.
Y cuando la cola afilada del viento
bruña mi risueña osamenta,
bajo el espejo menguante dormiré
reflejo de la luna duna.
No me erguirá más
no me portará más
no me sentirá más,
mi esqueleto.
El violín del Sol
clavará su aguja hipodérmica en el tuétano de mi alma
y eternamente real, luciré por primera vez.
Nena.
¿No oyes ya/ el crepitar del Sol
que quema la flor/ de mi boca? . . .
Víctor Vergara Valencia
*****
YO CUIDO DE MI HERMANO
Ayer regresaba del colegio
con mi hermano pequeño.
Yo cuido de él.
Corríamos entre las frutas
del mercado de Basora,
él cree que se puede escapar de mi.
El Sol iluminaba radiante colorido....
Vi mi libro y el de mi hermano
sobre un suelo carmín.
Yo tampoco vestía de rojo
cuando salí de casa.
Sólo sonaban alarmas de coches....
Me han dicho
que tendré que aprender
a coger el lápiz con la mano izquierda
y que mi hermano pequeño
no ha podido venir a verme....
Mi mamá me pregunta
si me duele mucho
y yo le he dicho
si acaso porque es Navidad duele menos.......
Víctor Vergara Valencia
Sevilla - España
MI TREMENDA SEPULTURA DE LUZ
Aún me llama mi Mauritania de arena.
Mano dorada que purifica mi frente.
Tumba mía. Libre mía. Alcoholizada de Sol.
Sé que ahí me aguarda la tremenda muerte de luz.
El madero de sal del cementerio mundo.
De vaciado mundo que me reclama la silueta
para acogerme a mis nadas.
La inmensa colección de nadas de mi pecho.
Y un sepulterio talismán turquesa
apagará su gélida hoja sobre mi labio de incendio.
Ese será el alivio del amante errabundo.
Y cuando la cola afilada del viento
bruña mi risueña osamenta,
bajo el espejo menguante dormiré
reflejo de la luna duna.
No me erguirá más
no me portará más
no me sentirá más,
mi esqueleto.
El violín del Sol
clavará su aguja hipodérmica en el tuétano de mi alma
y eternamente real, luciré por primera vez.
Nena.
¿No oyes ya/ el crepitar del Sol
que quema la flor/ de mi boca? . . .
Víctor Vergara Valencia
*****
YO CUIDO DE MI HERMANO
Ayer regresaba del colegio
con mi hermano pequeño.
Yo cuido de él.
Corríamos entre las frutas
del mercado de Basora,
él cree que se puede escapar de mi.
El Sol iluminaba radiante colorido....
Vi mi libro y el de mi hermano
sobre un suelo carmín.
Yo tampoco vestía de rojo
cuando salí de casa.
Sólo sonaban alarmas de coches....
Me han dicho
que tendré que aprender
a coger el lápiz con la mano izquierda
y que mi hermano pequeño
no ha podido venir a verme....
Mi mamá me pregunta
si me duele mucho
y yo le he dicho
si acaso porque es Navidad duele menos.......
Víctor Vergara Valencia
Sevilla - España
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