lunes, 17 de agosto de 2015

EL ÚLTIMO POEMA



EL ÚLTIMO POEMA

Gravitas sobre mí
la parte femenina del amor
mientras yo me aventuro con las formas de Venus
para sentirme fiel de lo que balancea
el equilibrio justo
en noches estrelladas.

Si pronta has de caer
yo te ofrezco mis manos
y la sed de mi boca,

no es mucho lo que doy
 si quisieras ser huésped
 de mi estancia,
sin embargo, es posible atesorar
lo táctil de las sombras al fluir
sentidos perdurables,

mis labios en tu piel
y tú siempre asteroide de la luz
conmigo en compañía.


---


Si puedes todavía, ponte a salvo.

Porque yo he de cruzar tu extremo libre
para ser la dinámica sutil
que nos haga quietud y después cualidad, 
ceremonia de amor
tras las puertas cerradas al olvido
y arcángeles de un dios que nos sepa caída.

Huye lejos de mí,
ya no soy un poeta, mi cuerpo ha de saciar
la sed de juventud que atormenta tu nombre
con ansia de diluvios.

Permíteme que sea lo que soy,
exonera mi culpa respirando mi piel
conmigo en lejanía.

Deja que un animal
muera sobre tu lecho
sus fauces misteriosas para siempre.


---


Los dos la misma sombra

y siempre amanecer de los deseos
que originan la luz
en cálidos rincones de anonimia.

Sin más voto que hacernos devoción,
del sur fuimos plurales,
a veces solo brújula de abril
que sitúa el destino contra viento y marea,

erróneamente sol de lo nocturno
que nos supo humedad
y candor
y salitre.

No vuelvas a decirme nunca adiós 
sin antes recordar el tiempo azul
que nos hizo comunes al arder
el último poema.


Manuel Martínez Barcia- España



10 comentarios:

Elsa Tenca - Mariani dijo...

"Recordar el tiempo azul,... entre candor y salitre".
-Me quedo con esta línea que para mí,como lectora de su textos,sintetiza su concepto sobre lo po-ético-

Gracias ANA por difundir su obra también en este blog.

Un fuerte brazo,en apretado silencio:
Elsa.

José Valle Valdés dijo...

Buena poesía nos presentas, amiga.

Gracias + Abrazos

Elsa Tenca - Mariani dijo...

Debió decir:

'sus textos'

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Elsa, por venir. La selección de palabras que hacía Manuel para cada uno de sus poemas siempre era la más adecuada. Sus poemas fluían con la naturalidad de las olas del mar o de las fases de la luna.

Un fuerte abrazo
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, José:

Manuel se fue al otro mundo el 13 de agosto, hace 5 días, pero su poesía y su memoria se quedan con todos nosotros...

Un abrazo grande
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Elsa, por la puntualización...

Besos
Ana

Leticia dijo...

Ana dejé un comentario para Manuel y su exquisita sensibilidad poética. Pero no sé que pasó. Lo hice desde mi teléfono quizá a veces no funcionan las cosas.
Aquí de nuevo para gozar de este poema que ve la luz para deslumbrarnos.Realmente lo horrible de morir es la ausencia, el "hasta aquí" de la creatividad. No más, aunque... con lo que ha dejado Manuel, podemos penetrar en la profundidad exquisita de la poesía intemporal.
Gracias Ana querida por tu pasión y amistad por todos tus amigos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Querida Leticia, allí está el comentario, en su blog Un embrujo de fuego. Lo he visto. Quizás no puedes visualizarlo desde tu teléfono móvil, pero allí está.

Inmensamente triste estoy, por la pérdida del amigo, por la pérdida del poeta, Leticia.

Agradezco tus palabras.
Un fuerte abrazo, amiga
Ana

María G. Romero. dijo...

Gracias, Ana.
Volver a leer los versos de Manuel aquí cuando él ya no está me sobrecoge...
Todos lo que lo queríamos, los que compartíamos con él amistad y poesía, necesitamos tiempo para que este terrible nudo gordiano nos deje respirar, para celebrar la alegría de habernos conocido y aceptar que la vida es siempre eso, aprender a perder, pero ahora me ahogo porque ha muerto un mundo. Nos quedan sus poemas, su verbo pulido y exquisito siempre en nuestra memoria y en el corazón.
Un abrazo, querida amiga.
siempre.
María.

Ana Muela Sopeña dijo...

Querida María:
Sí, es terrible una pérdida así, de pronto, sin avisar. Pero nos quedan dos consuelos. Saber que tuvo la muerte de los justos, rápida, sin larga agonía. Sufriendo menos (en tiempo de duración) que otros seres humanos que tienen larga agonía o muchos años de deterioro.

El segundo consuelo es su hermosa y exquisita poesía. Él siempre siguió aprendiendo para pulir sus versos. Decía (humildemente) que era aprendiz de poeta y no era consciente de que era un Poeta con Mayúsculas.

Te dejo mi abrazo
y...sí, llorar es lo único que podemos hacer, además de recordarle como persona, gran amigo y gran poeta.
Ana