jueves, 23 de diciembre de 2010

LETICIA GARRIGA

*
LO COTIDIANO EN CUATRO ESTACIONES

Primavera
Me gusta el hombre
cálido y amoroso
en lo cotidiano de los días iguales
Soy la una de los dos
él me brinda caricias
con la palabra y su lengua
y tañe mi sensibilidad de campana
La dulzura se pierde
en mi cuello y me recorre íntegra
Su contorno y el mío se imprimen en la cama
y fosforecen las sábanas
El amanecer es tranquilo
después de nuestro encuentro
vasto de murmullos
que suceden al preñado silencio
Están la luna y el sol
colgados entre nuestra ropa
nos vestimos de algodón y lino
olemos a café y vainilla
Nos place el aroma
de las especias
y disfrutamos los sabores
de los frutos maduros

Verano
¡Quiero todas las estaciones en mi casa!
Escucho el ramo de
girasoles y margaritas
que salen de la boca de mi chimenea
y se ofrecen como verano brillante
Hoy en nuestra estación intemporal
deseo recostar mi vientre
sobre la arena de la playa
y escuchar en mis oídos
el ritmo de la vida en el
ir y venir del agua
Miro al cielo
descubro caballitos
de mar gigantes cabalgando entre nubes
abajo… nuestro océano violeta
Me conmueve navegar
en nuestra balsa cada noche
en el mar desbocado
temer juntos al agua y al viento
cuando ambos
se agitan y trenzan
mi melena salobre
Compartimos la canción
de la sal y el agua
de arena y viento
que rige como diapasón
lo íntimo lo nuestro

Otoño
Hay veces… que los días
me saben a la miel de las abejas
como la que robamos del panal en el estío
Otras…un licor perfumado
de aquella geografía otoñal
y lejana nos inunda interiormente
entonces
las palabras fluyen
a veces ignorantes otras sabias
¡Y se enciende nuestra noche!
Detrás de la cortina transparente
las imágenes congeladas de nuestro pasado
deambulan como esencia del hoy incierto
Hay un reloj de arena
¡El tirano de las doce en punto!
marca nuestra vida
Cuando el invierno
se descuelga por la chimenea
y se mece en la estrella
del pino encendido
nos miramos a los ojos
y salen febriles del cajón
mil recuerdos

Invierno
En la quietud indolente de la oscuridad
penetro en la llama de la vela que arde lenta
y perfumada sobre la mesa
Camino con los pies desnudos
en un ir y venir en mi cueva soñada
hoy…que penetramos en cada rincón
y rendija desde adentro
Me detengo asustada
por el vertiginoso tiempo compartido
por nuestros deseos satisfechos e insatisfechos
mientras a nuestra casa
la seca lentamente el sol y el aire
Quiero tu ausencia y presencia
en noches veladas por estrellas
Sabemos que hay tanto por hacer
tanto que planear y vivir
¡Y tan poco tiempo!
Ahí donde lo cotidiano es nuestro.


Leticia Garriga


*****

MUJER

Cueva de la simiente
Compañera
arcano y címbalo de su opuesto
Cuerpo sin piel curtido con sal
Mirada asombro de lo innombrable
Universo creador y recreador de fantasías
Dolor inmensurable sin alas
Amante eterna de la noche y el día
Sol
Agua
Aire
Polvo de estrellas
en sí


Leticia Garriga


*****

TÁNATOS Y EROS

Cómo quisiera encontrarme en el iris de un mito que me
pertenezca
con la dulzura escurriendo por
la yema de sus dedos y llegar al encuentro
Estoy perdida en una soledad añeja
viviendo en mi vestido de piel
un crudo invierno interior
Mi alma transparente
deambula abrazada del hastío
que no me deja ver el sol
Mi opuesto amanece a mi lado y como un
cadáver con su mortaja blanca
se incorpora en el último estertor
y balbucea mi nombre
Un nuevo día me espera con su frialdad inmensa
Como castigo divino
el desamor me arrastra en su juego profano
¡Ay de mí! mientras agonizo
espero la resurrección del amor
jugando con su cadáver como compañía


Leticia Garriga
México


*****

Su blog:

PALABRAS Y TIEMPO

http://lenguajepalabrastiempo.blogspot.com/

5 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Me alegra, Leticia, tenerte aquí, en este Oasis.

Un abrazo fuerte, amiga
Ana

Leticia dijo...

¡Qué suerte la mía Ana!, como te he dicho alguna vez; la humanidad sería otra, si personas como tú decidieran nuestro futuro en nuestro planeta.
Gracias Ana y felicidades por tu Oasis, que lo es, y no solo de palabras.
Un abrazo, en el que envuelvo también la belleza de tu patria y de tu poesía.
Leticia.

perfecto herrera ramos dijo...

Qué maravilla poder encontrar a Leticia por estos lares. Hay emoción cuando leo sus poemas, y pienso: ya la conocía, y no estaba equivocado. Ana, también lo piensa. Y ello me reafirma. La poesía de Leticia es suave caricia, dominio del lenguaje, palpitar que, lento, se va desgranando como un fruto sano y maduro.
Amiga Leticia, es una alegría leerte. Amiga Ana, es un inmenso placer el que nos traes. Gracias a ambas.

Besos y FELICES FIESTAS.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Perfecto, me alegra que te guste la poesía de Leticia. Yo pienso que es cautivadora y que hay que leer sus poemas para entrar en su dimensión. Interesante dimensión que comparte con sus lectores.

Besos, amigo poeta
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Leticia, por sentirte bien en este Oasis. Un Oasis de letras y de amistad.

Un abrazo grande, amiga
Ana