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LADRÓN DE SUEÑOS
Le estoy robando al tiempo cada imagen.
Cada día perfilo la línea de una torre,
el enigma del vuelo de los pájaros,
el olor de las rocas, cuando caen al mar,
las faldas amarillas de la luna.
Observo, lentamente,
cómo se aman los perros, las orugas,
los tercos moscardones de la tarde,
los muchachos de barrio en las esquinas
de esta vida que acaba cuando nadie
quiere ponerle el punto de remate.
Le estoy robando a Dios su arquitectura
por si acaso no hay nada tras la muerte.
Dolor Alberola
(De El libro negro, 2006)
*****
THAT BLOODY PONIARD OF THE LOVE
Me hablaron del amor, mas qué era eso.
Las mañanas llevaban el color del amor
y no se percibían sus dedos amarillos.
Buscamos el amor.
Arduamente buscamos el amor.
En millones de tiendas encontramos
objetos muy preciados. Abanicos antiguos,
ajados abalorios de reinas y princesas,
relojes que, aún muertos,
conservaban las horas por estética.
Preguntamos: ¿Eh, Sir,
conoce usted el peso del amor,
sabe de aquel entonces cuando existía puro
y podía obtenerse, tal vez, a poco precio?
Oh, no, mí no saber el precio del amor,
pregunte usted otro comercio,
mí no tener amor, señor,
ser very difícil encontrar el amor,
pero no sufra:
mí tengo sucedáneos del amor,
slips muy atractivos, orquídeas muy baratas,
preservativos verdes con sabor a café.
No se puede, señor, pedir caviar
en ciertas ocasiones.
Entré en una taberna y allí encontré el amor.
Tomamos otro tinto de verano.
Dolors Alberola
(De Historias de snack-bar, 2000)
*****
ESCUCHO CÓMO UN VALS CRUZA LAS OLAS
Baila el mar en el cuenco
profundo de la tierra.
Gimen todas sus olas los naufragios
de pendencieros barcos que viran hacia nunca.
Caen rotos los cuerpos, bramando astillas térreas...
Yo estaba en un naufragio
y a jirones de seda mis caricias
iban rotas a dar al fuego del invierno.
Cuando mi mano era un áncora de herrumbre
buscando en derredor otra lujuria
vi pasar esa sombra, el lento marinero que arrastraba
tu rostro, el mascarón
de madera encendida. Se extinguiera
de mi forma ese miedo a no ser nada.
Baila lenta la mar
y en el centro una hoguera. Hay una nota
de piano que suena,
se repite en el cielo como un astro
que huyese de la luz hacia el sonido.
Yo dejé el infinito para amarte.
Dolors Alberola
(De Frédéric Chopin toca el piano, 2004)
Todos los derechos reservados
© Dolors Alberola
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8 comentarios:
Dolors, gracias por venir a este Oasis y honrar con tu presencia este espacio. Disfruto mucho leyendo tus poemas llenos de emoción, sensibilidad y maestría. Leerte es una experiencia poética siempre memorable.
Un abrazo
Felicidades
Ana
Mis felicitaciones, Ana y Dolors, por estos poemas tan hermosos.
Gracias a Ana por traernos a esta poeta con estilo personal tan definido y contenidos tan elocuentes. Como siempre, aciertas plenamente.
Gracias, Dolors, por compartir con nosotros tu poesia. Tus poemas denotan tu buen hacer y una sensibilidad inteligente. Recibe mi felicitación.
Un abrazo a ambas.
Dolors, tu hermosa poesía, tu sensibilidad, tu maestria, son manifiesta en estos poemas que,ha sido un placer leer en esta fría mañana. Te felicito a ti y a Ana, por brindarnos esta oportunidad.
Un abrazo a las dos.
María.
Leer la poesía de Dolors es una delicia.
Gracias por el regalo Ana.
Gracias por el arte Dolors.
Besos.
Gracias a todos, es un honor para mí estar en este blog y entre vosotros. Abrazos
Dolors
Todo un lujo para mí ser testigo, lector y sentimiento de una grande entre las grandes de las letras como tú, Dolors, seguro diosa blanca en el firmamento poético de las diosas.
Hermosísimos versos.
Un abrazo
MAnuel
Que tu Poesía es Lumen y Verbo,
donde las palabras se complacen de ser ellas mismas entre tus versos, no hace falta ni decirlo
Tu voz se prolonga desde tí hasta el eco reverberado en el futuro
Un abrazo Dolors, siempre un placer inmenso leerte el vocabulario ue tan bien siembras sobre el papel o la luz
Mil besos, hermana mía
Rosa
***Ana, gracias por traernos esta Voz y permitirnos disfrutar de ella
Un besito, amiga tan querida
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