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ARAÑAZO
Ya sé que soy una bomba de fusión en potencia
que todos mis átomos de hidrógeno están desordenados
desordenada también mi imprudencia temeraria por lamerte
los ojos y la nuez de la garganta, tu ombligo y esos lunares de café.
Ya sé que te bebí una tarde de noviembre y me abriste el apetito y la carne
desde entonces soy vagabunda en tu espalda y en tus desatinos;
cada noche me duermo entre tus arterias de granados y tus columnas de mar vencido
y rastreo tus sueños hasta aquella costa donde bucea tu deseo
y soy Isis, soy Cibeles o Yemanya conquistando esa boca de tiempos desnudos.
Invoco a la Luna menguante en escorpio, haciendo una batida en tu cama
inmanto tu patria y afecto aparcados en mi iris de bosque perenne
amarrando con clavo y limón tu distancia hasta mis estancias
donde revuelas mi costilla, los ventanales descubiertos de mi mirada
y habito tu fijación perdida en mi rostro y muero,
muero escarbando tus mascullos, muero de mi en ti,
en tu arañazo hacia mi casa infinita.
Agosto ojo de halcón y caña dulce
Marisa León
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EMBOSCADA
A mitad de camino mi vida,
de repente me hallé en un bosque oscuro…
Dante, la Divina Comedia
Cuánta razón ladina hay en un trance de confusiones
en una esquina de los temporales de la vida,
en un socavón de cualquier calle de las profundidades
peor aún, en el oscuro lugar que ocupa las entrañas,
al tocar fondo y encontrarse sola ante una silla vacía.
El espejo me devuelve una desconocida
carnada para la frialdad de Saturno, devorando mi savia.
No hay cédula de regreso. Emboscada del depredador.
Un celaje en el horizonte que humilla al tiempo saturado
alucinado temporal que medra al más valiente
rindiendo cuentas con el mismísimo infierno.
Allí, en aquel abismo, una gota de luz o agua se entrega
se desprende la venda que ciega
y nacen unas alas –de mariposa- al filo del vacío…
Alas de lágrimas cosidas a la espalda, donadas por la luz,
lentamente vuelas hacia el resplandor
y un mar tan antiguo como el tiempo se abre a los pies
y prendes la flor de ajos locos a tu boca
habitando viejos desiertos, ahora balcones floridos.
Vuelo, vuelo tan lejos como quiere mi sonrisa
para libar el néctar de las esencias.
El empalago de la melancolía deja un sabor amargo
y en aquella emboscada, prometo adivinar sombras y luces
y aunque torcido el hilo sigues en tu ajuar de bosques…
Septiembre selenita y amaranto.
Marisa León
(Canarias - España)
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5 comentarios:
Querida Marisa :
Leer y releer tu poesía. siempre me sienta bien.
Bien sabes que lo disfruto mucho.
Gracias Ana
Un abrazo abrazado para ambas
La leo
Rossana
Querida Marisa:
Leerte es conectar con el misterio de la luna, las diosas, Gaia, las flores, las plantas. Te sabes humana, mujer y diosa. Tu lenguaje es cautivador. Sabes expresar mundos que ya existían antes de que tú los escribieras, pero permanecían ocultos en las profundidades abisales o en las entrañas de la Tierra.
Enhorabuena por estos dos poemas
Un beso
Ana
Amarrar bosques con clavo y limón hasta morir en el arañazo hacia la casa infinita...
Es bellísima tu palabra Marisa.
Es siguiente brilla como el mineral de increible dureza.
Un placer leerte, un beso.
Carmen.
Marisa; Gran poema, ha sido un placer para mí, leerte
un abrazo, poeta
Gabriela
Marisa
Una vez más,
Recibe un abrazo
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