jueves, 17 de julio de 2008

CARLOS GUERRERO

*
NIÑO AL FIN

Niño, al fin, sobre esta infinitud aquellos campos
bordados de trigales y racimos de uva,
-senderos polvorientos donde mi bicicleta
pedaleaba indemne por perfiles de roca-,
y allá, en la lejanía, los abiertos lugares
...............escarpados de viento,

(montañas absolutas mostraban a mi asombro su risa circunfleja)

...............y galopaba el alma por praderas de yerba
y jugaba mi cuerpo a disfrazarse de pájaro cantor,
libre en su vuelo
hacia infinitos rumbos de aquel quieto verano………………


Carlos Guerrero

*****

ESTABA CON EL TIEMPO DE DESNUDAR CEREZOS

................Estaba con el tiempo de desnudar cerezos,
de volver la cabeza, y mirar para atrás, de contemplar
distancias que marcan lo absoluto: distinto
amanecer, cóncavas calles transidas de mis pasos
y apenas anotadas en el bloc del recuerdo,
aceras que albergaron batallas sin librarse,
y eran leves las sombras que pintaban
de oscuro la valla del jardín, y era mi tiempo aquel
.......que saludaba
..............con abierta sonrisa
el desfile marcial de las cigüeñas,
y el color de la tarde dejaba su mirar sobre mi frente,
.......vacía de oquedades,
..............y el sol iluminaba, despacito, las antiguas fachadas
(de un pueblo que, una vez, quiso ser mar)
mientras que allá, a lo lejos, cantaban otras voces,
y corría mi perro al zaguán blanquecino de la casa,
para decirme adiós desde la esencia
del no ser de las cosas perdidas para siempre.

Sueños o vecindad: me da lo mismo.


Carlos Guerrero

8 comentarios:

Rossana Hasson Arellano dijo...

Estimado Carlos :
"Niño al Fin" , cuantas veces cerramos los ojos en un afan de atrapar ese tiempo hermoso y quedarnos un poco más, un poco más...
"Estaba con el Tiempo de desnudar cerezos"...
Imaginate a una niña abrazando y queriendo pegar las hojas de los árboles cada otoño, mientras les contaba sus secretos y ellos devolvían su abrazo intentando atrapar siempre, siempre una poca de felicidad ida...
Bellos, muy mucho querido maestro
Rossana

Ana Muela Sopeña dijo...

Dos poemas magníficos, Carlos. "Niño al fin" nos hace regresar al tiempo de la infancia, lugar del que nunca debimos salir (en el espíritu).

"Estaba con el tiempo de desnudar cerezos" es lírica pura.

Muy hermosos los dos poemas.
Un abrazo desde la poesía
Ana

Constanza Cofré Berger dijo...

Carlos, tus versos me llenan de nostalgia... de ganas de volver a recorrer los campos, el verdor y subirme a un gran árbol.

Un abrazo

Óscar Distéfano dijo...

Siempre estará el recuerdo como fuente inagotable de verdadera poesía.

Estos dos poemas, apreciado Carlos, me han trasmitido, además de sublime estética, el valor de la vida, de los momentos preciosos y únicos transcurridos.

Te mando un gran abrazo.
Óscar

Cristian Piné dijo...

Lo he pasado como un niño leyendo los poemas. Tienes una gran visión poética y una técnica muy desarrollada.

Un abrazo.

Rosalia Linde dijo...

Carlos:

tus versos están llenos de visiones alegres y nostálgicas al mismo tiempo. Tienes un gran dominio de la palabra y tus poemas están muy bien armados, con un dominio magistral de la técnica poética. Es un placer leerte en este espacio. Un abrazo fuerte.

Rosalía

Mamen Alegre dijo...

Una maravilla leerte Carlos, he disfrutado todos y cada uno de tus versos, llenos de nostalgia luminosa.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

No había tenido el inmenso placer de leerte antes, otra cosa para agradecer a Ana, la calidad de los poetas que aquí se comparten.

Ambas muestras de un saber hacer magistral, y de eso no sé casi nada, pero es innegable, me quedo con la magia que transmiten los versos, con ese pasaje directo a las emociones casi ensoñadas de tan alejadas en el recuerdo. No tuve esos cerezos, pero si un olivo enorme, y muchos jazmines y un abuelo adorado que hoy ha venido a acariciarme la frente niña desde tus palabras.


Un abrazo.

Viví